La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Vamos a deleitarnos

Aterrizar todas las noches cerca de tu cuerpo, de forma que podamos combatir el frío con palabras almidonadas y alfombras de cariño.
Bailar, volar, besar. Cuando te tomo la mano sólo preciso conjugar estos verbos para saborear infinitos regalices.
No necesito hablar del futuro, sólo deslizarlo suavemente entre mis labios.

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