La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Hoy va por ti, Antonia!


Hoy, aunque ella no vaya a leerlo, quiero dedicarle esta entrada a una de mis chicas favoritas. A ella que siempre tiene un tierno abrazo preparado, a ella que siempre descubre el secreto de mis ojos, a ella que con sólo mirarme le basta para saber si soy realmente feliz o estoy gastanto el disfraz que a veces me pongo.

Ella está pasando un momento complicado pero tiene todo nuestro apoyo. Aquí estamos para empujarte y mimarte día tras días, batalla tras batallas. Sin exigencias, sin peticiones. Dispuestas a tenderte la mano porque nos gusta sentir tu calor, por eso, sólo por eso.

Desde que la conocí (a ella y a otras cuatro locas) soy mejor persona, no lo dudo. Me ha hecho una persona mejor. Con paciencia y dulzura me han enseñado las lecciones más lindas de mi vida.

Velia, preciosa, mucho ánimo. Aquí estamos sólo esperando verte sonreír.

No hay comentarios: