De mis defectos el orgullo sobresale, no lo podrìa negar aunque quisiera. Creo que en la mayorìa de mis equivocaciones el orgullo ha estado presente. Palabras que no dije porque el orgullo me tapò la boca o barbaridades que el orgullo expulsò al hablar por mì. Pienso, poque a veces pienso aunque no lo crean, que mi orgullo camina de la mano de mi miedo, quiero decir, que es un mecanismo de defensa.
Si me encuentro en peligro (o asì lo considero) tomo mi espada del orgullo, bien afilada, no muy pesada y la empuño para estar preparada para cuando llegue la guerra. Sè que no es adecuado, correcto, sano, como quieran decirlo vivir de ese modo, pero ciertas circunstancias de la vida me han empujado a sentir asì.
A veces, me he desprendido de esa coraza, especialmente en una ocasiòn, me mostrè desnuda, sin empuñar arma alguna, con el corazòn al aire, sin miedos pero me vi abocada a una infinita sucesiòn de batallas incomprensibles donde yo no tenìa forma de evitar las heridas (supongo que a todos nos ha pasado).
Ahora, a veces quiero dejar el orgullo de lado, a veces deseo que el dolor no se apodere de mis entrañas y me deje descubrir nuevas formas de construir historias, pero no sè o no puedo.
Fui capaz, pero sepan ustedes que siempre saliò mal y estoy dèbil, estoy derrotada porque aunque hay personas con las que desearìa una convivencia màs afable y amable cada vez que se aproximan posiciones y posturas, todo acaba siendo difìcil e inseguro para mi estabilidad. Por eso yo decidì no juzgar, sòlo observar los acontecimientos en la distancia y obrar.
Y mentirìa si dijera que no me arrepiento de todo lo que ha pasado, que no me duele haber perdido a alguien tan importante en mi vida, con el que la soledad estaba menos sola y la amistad en mil ocasiones significaba de forma total, pero tambièn mentirìa si dijera que he parado de llorar. Y a veces sueño con hacer las paces, pero no quiero dar mi mano y que estè llena de reproches.
Para que me entiendan y sonrìan, ¿de acuerdo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario