La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Reconversión de energías vitales

Cambiar los ritmos
para acelerar el encuentro de tus sueños y mi cuerpo en el mar.
Cambiar los guiños
de modo que nuestras manos se coordinen para luchar.

Cambiar de sábanas
para que los nuevos olores desciendan hasta nuestros sexos.
Cambiar de entrañas
hasta lograr amar sin torceduras y sin estafas.

Cambiar los besos,
que el futuro se transforme en un dulce manjar.
Cambiar los tiempos.
El dolor caduco esfumándose.
El sudor y el deseo mezclándose.

3 comentarios:

ro dijo...

Sencillamente, me encantó. Poderosas imágenes. Y lo de cambiar, imprescindible. Roberto Juarroz dice: "la mirada es un cultivo que varía de estación en estación y de vez en cuando exige desenterrar las semillas". Sin duda las estás desenterrando para volverlas a sembrar, más profundo.
Te invito a visitar mi blog: El cristal con que se mira, cuando puedas. Saludos

Sil.* dijo...

Cambiar siempre sin perder la originalidad del alma es, quizás, lo más dificil y lo más maravilloso que pueden experimentar los seres humanos.

La seguimos

Sil

la punta de mi lengua dijo...

Agradecida, sencillamente sólo puedo estar agradecida por dejar vuestras huellas por acá.