La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

The Gift

No era el primer concierto que veía de este grupo, aunque sí era el primero que disfrutaba en un teatro. Al principio eché de menos el poder levantarme y bailar. Luego, no añoré nada porque ellos mismos nos invitaron a levantarnos y gozar de toda su energía.
La vocalista sigue siendo un terremoto, pura energía.
Y la compañía ha sido perfecta. ¡Gracias!
Comentaria más cosas, pero a buen entendedor...

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