La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Sobre la ciudad sobrevuela la duda
Y no llorar...
que dirían niños mutantes.
Sólo sonreir,
sólo restarle importancia a todos esos gestos,
sólo pasar por encima del dolor,
sin decir adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario