La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Sálveme quien puedas
En las noches de tormenta,
busco las aceras por las que transitas,
rompiendo adoquines y aplastando farolas,
con tu paso
al caminar.
La memoria te machaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario