La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Pirata de agua salada

En los adoquines ya no hay sonrisas,
zarparon hace algunas jornadas.
Las robó aquel pirata que conocimos en la cantina del puerto,
con el que compartimos las penas del amor
y brindamos por los viejos amigos que se fueron,ron, ron, ron....
La botella de ron!

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