A veces las cosas pasan sin más, sin razón aparente.
Luego, analizas lo ocurrido y te das cuenta de que no hay mal que por bien no venga (ya sé que este no es un pensamiento original) y que lo hemos tenido todos).
Yo de momento estoy ahorrando energías y dejando satisfechas mis propias necesidades sin caer en la comtemplación de los achaques de los demás. A veces, resulta que con lo mío ya es suficiente.
La vida y su ritmo, la vida y sus ausencias. Los huecos a veces cómodos y necesarios.
Despídanme de los muertos que yo no tengo tiempo para ir de funeral
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