La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

ILUSIÓN

Me voy a intentar dormir,
aunque la alegría que tengo en el cuerpo y que intento controlar no sé si me dejará.
Tengo tantos cofres (de esos de los piratas) en la bodega de mi barco que estoy ansiosa por bajar las escaleras y abrirlos todos.
No puedo negar la ilusión por tantos proyectos nuevos y por tener el cuerpo lleno de energía, preparado para afrontarlos.
Siete días para Asturias.
Reconozco que me está gustando ir al Instituto incluso los trayectos tempraneros en el metro y los autobuses se me tornan prometedores y deliciosos, escribo más, leo más, etc.
Tengo ganas de esos adolescentes y del reto de intentar provocar un poco de curiosidad en la pupila de sus ojos. Quizás no lo logre pero lo habré intentado.
Anónimo: hablo menos de él, porque quizás ya soy menos de él y más de mi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero sigues en la linea, es como si no madurases, no creces, no terminas de despegar. Ha de existir algo mas. Algo que tienes escondido, otras cosas que seran más obvias. Revisate, no ha cambiado nada.No puede parecer que lo haces todo bien, que todo lo abarcas sin que algo se pierda en el camino... humildad tal vez?

FDO: ANONIMO