La punta de mi lengua: no soy docil, no lo quiero
La punta de mi lengua
Lo dejé marchar y no me arrastró.
Lo que dijeron de mí
Hay veces que tus sueños me dan miedo Ícaro. No por ti sino por el mundo. La dura realidad que parece querer abalanzarse sobre ti y engullirte en pleno vuelo. Dulces alas de mariposa expuestas al aguijón de la desdicha
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