La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Tablas. Sin fechas para próximas partidas

Marejadas en los axones de mi
mente,

revolución en las fibras de mi
corazón.


Estamos jugando de nuevo...
con tu cuerpo,
con mi tacto,
con tu lengua,
con mi cintura,
con tu pelo,
con mi locura.


El tablero no es blanco y negro, como el de ajedrez. Es azul, las sábanas de mi cama son el cielo en el que nos enfrentamos. De momento estamos en tablas.

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