Yo cuidaba de ella ese día, yo tenía 13 años. A mí ya me habían dado las vacaciones de verano y ella era un bebé de pocos meses. Me quedaba con ella algunos días y a mí me encantaba que mis tíos depositaran esa confianza en mí. No eran muchas horas pero... Además ya hacía años que yo me quedaba sola en mi casa (desde los 9).
Recuerdo que estaba en su cuna, empecé a hacerle tonterías y sonrió, continué con las chorradas y las sonrisas cada vez hacían más ruido, resonaban con más importancia en la habitación y así llegó su primera carcajada, conmigo.
Habitualmente, cuando nos vemos, por ejemplo el otro día, mi prima me dice: Prima (valga la reiteración), Cuéntame cómo me hiciste reír por primera vez. Le hice reír y acto seguido le entró el hipo.
Hoy con 12 años, eso sigue igual.
Cuando me vine a vivir al piso compartido, Raquel temía que la viera menos. Le hacía una tremenda ilusión ver como entre las cosas sólo me llevaba fotos de ella para ponerlas en mi cuarto. Raquel, sabe que yo sigo estando para ella siempre dispuesta, Raquel sabe que aunque ahora vivo más lejos, sigo estando cerca de ella.
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