La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

sin razones

¿Por qué me gusta tanto?
Porque mi sabor se parece a la horchata. Cuidado, que empalaga.

Y todo a media luz y a pleno gas.
Me muestro sin pudores.
Marejadas en los axones de mi mente.

Seis días no son demasiados, o sí, depende de como se mira.
Y tú y yo nos miramos de modos muy diferentes.

No hay comentarios: