La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Malas ambiciones

No quieras controlar lo que no se puede.
El oceáno es inmenso y a veces la corriente te arrastra hacia dentro.


Me gusta mirar el cielo por la noche en las zonas de costa y no poder discernir cuál es uno y cuál es otro. Esos límites borrosos, esas difusas fronteras.

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