La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Excesos

¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Qué guapo estás! (Ella quería decir tonino pero la educación no se lo permitía).- Le comentó en un paso de cebra donde le costó reconocerle.

Sí, es que soy muy feliz. Por cierto estás horrible tan delgada.- Le respondió él, con menos habilidades sociales y empatía.

Bueno...es que hago ejercicio....- Dijo ella, medio avergonzada.

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