La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

El último día (El lagarto amarillo)

El último día que fuimos
volvimos me acuerdo bien
sin cogernos de la mano de este tren,
sin buscarle los pespuntes a las bromas
reprochándonos hasta el tapón de gel
y el amor no tuvo mucho más que hacer
me acuerdo bien
de las lágrimas de fuego que lloré
y ahora lo veo distinto,
y ahora lo veo distinto
diferente, raro, extraño
darlo todo por perdido,
separarse
y no volver a verse en años
ni que fuera un insitinto

Diferente, raro extraño, tonto
y tantas veces cínico que parece que es jugar a hacerse daño



El último día que fuimos amigos pero al revés,
comprobamos como no puede valer
con la antorcha de un tradidor para incendiar Troya
porque Troya decidió que no iba a arder
Y el rubor no tuvo mucho más que hacer
y aprendi que hay cosas que es mejor perder

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