La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Dándome la vuelta al cuerpo

Todas las demás las vendo.
Una, sólo una más en tu cintura.
Reniego de otras noches, de todas las demás.

Mordiscos, abrazos y truenos.
Inspiro, inspiro, no acierto a nada más.
Ritmos bajo el algodón.

Letal un beso, una caricia, una mirada.
Estrecheces en la cama, espacio para los sentidos.
Imprímeme tu energía, la de las noches en vela.
Dame la vuelta a la vida.

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