La punta de mi lengua

Lo dejé marchar y no me arrastró.

Te quiero

Tengo dos manos que me acarician desde internet.
Dos sitios en los que cuando llego siempre me siento arropada.
Me gusta recorrer esas letras por las mañanas, por las noches.
Siempre encuentro una palabras que me motiva.
La verdad es que sigo prefiriendo los cafés con la gente a la que quiero
pero a veces internet me satisface necesidades más profundas.
Ahora que mi vida gira y parece que yo no la puedo controlar,
ahora que vuelvo a estar enamorada necesito este medio para no frenarme.
Queda tiempo para que todo pueda ser del todo,
pero hay tiempo y ganas para hacerlo bien.
Es raro, volver a sentir todo esto que me parecía tan lejano.
Pero estoy aquí,
pensando en ti,
sabiendo que eres lindo por dentro y por fuera,
que estás lleno de virtudes,
que yo voy a saborear
y de mil cosas ricas que me comeré enteras.
Te quiero

1 comentario:

vafalungo dijo...

Disculpa mi intromisión, pero hace algunos días descubrí tu blog por casualidad y desde entonces me dejo caer por él de vez en cuando. Las palabras que encuentro se me hacen muy cercanas, y he querido aprovechar este post para mandar un saludo, y porque me pareció que un blog así merecía que la cuenta de comentarios no quedara en blanco.
Que sigan andando pues las palabras, quien sabe dónde irán...